Todos quieren tener un hijo inteligente, pero la inteligencia me ha arruinado la vida. Así que quiero que mi hijo sea tonto y estúpido: Sin penas ni penalidades llegará a ser ministro.
Por lo menos, a empleado público. Un empleo a prueba de despidos y a prueba de demanda de esfuerzos.
El centralismo y el estatismo nos han legado al empleo público como máxima aspiración para la abrumadora mayoría de la población, por no decir la totalidad.
Por lo menos, a empleado público. Un empleo a prueba de despidos y a prueba de demanda de esfuerzos.
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