Por Ricardo López Göttig
Este año 2023 ha sido el
primer centenario del fallecimiento de dos grandes argentinos, ambos exponentes
de la Generación del 80, que tuvieron trascendencia en la función pública y en
la actuación en la esfera privada, en la cátedra y el periodismo, en las
ciencias y las letras. Nos referimos a Estanislao Zeballos (1854-1923) y a
Joaquín V. González (1863-1923), santafesino y riojano, respectivamente. Que
esa Generación tuvo una serie de personalidades descollantes es un hecho
indiscutible, en un país que lograba avanzar aceleradamente en la senda del
progreso social y económico, dejando atrás decenios de enfrentamientos armados
que sólo dejaron desolación, miseria y atraso.
Era un tiempo en el que se
precisaba consolidar las instituciones republicanas que se fundaron con la
Constitución de 1853/60, y darle vida a nuevas costumbres y formas de pensar
acordes a una nación que aspiraba a ser moderna, con visión de porvenir,
manteniendo los pies en la Argentina profunda. González y Zeballos fueron
conocedores de primera mano de la vasta geografía de nuestra Patria, de sus
tipos humanos característicos, de las costumbres ancestrales y cómo se iba
tejiendo una composición más fecunda con el arribo de la inmigración. Ambos –cada
uno por su lado, pero con un espíritu común que impregnó a esa Argentina con
vocación de futuro- produjeron obra escrita de carácter erudito en
publicaciones de índole académica, y también a través de la prensa de la época,
para difundir en modo sencillo y pedagógico.
González fue abogado,
jurista, profesor universitario, periodista, diputado, Gobernador de La Rioja,
ministro, senador, rector de la Universidad Nacional de La Plata, conocedor
profundo de las tradiciones y el folklore. Zeballos fue también abogado,
jurista de renombre internacional, autor de trabajos sobre geología e
hidrología, siendo uno de los fundadores de la Sociedad Científica Argentina en
1872, redactor del diario La Prensa, autor de libros de viajes y exploraciones,
diputado y ministro, fundador y director de la Revista de Derecho, Historia y
Letras hasta su fallecimiento. Obras titánicas en tiempos en los que la energía
eléctrica hacía sus primeros avances, que la comunicación de larga distancia
era por correspondencia o telégrafo. Políticamente se inscribieron en el
roquismo, esa fuerza política que marcó los decenios de la mayor transformación
que hubo en estas latitudes.
Se trata, pues, de dos personas que se destacaron por el esfuerzo continuo y el estudio sistemático, multiplicándose en los más variados campos del quehacer humano en una época en la que también se precisaba del talento y la inteligencia para que Argentina dejara de ser un país exótico y peligroso en los confines del planeta. Y es que había un espíritu de excelencia que recorría a los liderazgos de ese tiempo de mutaciones profundas, con el valor suficiente para acometer grandes tareas. A tan solo un siglo del fallecimiento de estas personalidades sobresalientes, como fueron Zeballos y González, nos cabe preguntarnos: ¿qué estamos haciendo con sus legados?
Columna publicada en El Pucará (Catamarca) y Nueva Rioja (La Rioja), 27 de diciembre de 2023.
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