Bustrófedo


Hoy, 17 de octubre, es denominado dentro de la mitología peronista como "Día de la Lealtad". Pero ¿lealtad a qué? A una persona, al líder creador del vasto movimiento que surgió en el seno del gobierno militar entonces imperante, fruto de un golpe de Estado en 1943. Lealtad a Perón, no a ideas y principios. Y desde entonces, se viene perpetuando la obediencia al líder de turno, quien es el que determina la orientación política, económica y social.
Tantas veces me preguntan y yo mismo me pregunto qué es el peronismo. Me atrevo a catalogarlo como un movimiento bustrófedo, esa forma de escribir que había en la antigua civilización griega que iba de izquierda a derecha y, al llegar al margen, se volvía en la línea siguiente de derecha a izquierda, formando una extraña espiral. Y así, de acuerdo a las circunstancias, la mano del líder de turno va escribiendo la orientación del movimiento.
Es claro que en una democracia pluralista, un movimiento de estas características es una anomalía que perturba la alternancia de distintas fuerzas políticas. ¿Cómo es posible que un legislador un día vote a favor de la propiedad privada y luego, por indicación del jefe del movimiento, vote en contra de este derecho? Simplemente porque no cree en nada, no tiene opinión formada. Lo único que ha aprendido es a obedecer, pero no a pensar por sí mismo.
De este modo, este movimiento bustrófedo puede crear y destruir su propia creación en un espacio de pocos años. Y mientras tanto, se destruye el capital acumulado, el ahorro, la inversión, las instituciones, las libertades...
El 17 de octubre es un día en que no me someto, me rebelo abiertamente contra esta crasa mitología que se nos quiere imponer y declaro: no soy, no quiero y no puedo ser peronista.

Comentarios

  1. Caudillismo corporativista. Rechazo a las instituciones de la república.

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