
No entraré en el viejo debate si debe o no existir un banco central. Lo importante del momento es que hay una carta orgánica del BCRA que reconoce su autarquía y que debe ser respetada, así como hay mecanismos claramente establecidos para la remoción de su presidente.
Una vez más, los ministros de este gobierno embrollan la cuestión con argumentos de escasa imaginación y que revelan su cinismo contrario a toda norma elemental.
Martín Redrado no me resulta simpático, pero tiene un mandato que cumplir y deben ser respetadas las reglas, para que se preserve la autarquía del Banco Central, ya que las reservas que hay allí le pertenecen al conjunto de los habitantes y no a un gobierno en particular.
Ah, pero ahora los presidentes de la Nación, los titulares del ejecutivo federal son "presidentes de los argentinos". Por tanto, nada de lo argentino le es ajeno.
ResponderEliminarTodos los funcionarios, todos los argentinos estamos para servirlos ya que ellos son los jueces de todo lo bueno y todo lo malo, de todo lo justo.